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  • Foto del escritorPsic. Karen Martínez Contreras

¿Dislexia? Cuando los padres se preocupan por sospechas.

Actualizado: 15 feb 2023




En los niños y niñas de entre los 4 a los 6 años (dependiendo del sistema escolar que introduce el aprendizaje de la lecto-escritura) se encuentran en el proceso de aprendizaje y apropiación del lenguaje escrito. A diferencia de la idea popular, la dislexia no solo comienza a tener indicios en esta etapa, sino que se pueden observar síntomas desde la etapa preescolar, manifestando problemas en cuanto lenguaje oral, el lenguaje no verbal e incluso en la motricidad.


La principal preocupación que comienzan a tener los padres y profesores es el ver que los niños invierten las letras, sin embargo, no siempre es un marcador decisivo de que existe un problema de dislexia. Cuando hay realmente un problema de este tipo por lo general muestra, además de la inversión de las letras, signos de otras funciones afectadas. Hay que estar muy atentos tanto profesores como familia en el desarrollo del lenguaje oral del pequeño, teniendo una idea básica del desarrollo en cada etapa de la niñez, podremos detectar estos indicios incluso en etapas más tempranas del desarrollo previo a la introducción de la lectoescritura.


Cuando tenemos un caso donde hay un niño pequeño por ejemplo en 1er grado de primaria, que durante su crecimiento ha mantenido un desarrollo normal en la adquisición y evolución su lenguaje oral, puede leer con fluidez de acuerdo a su edad, se observa que en su proceso de aprendizaje del lenguaje escrito está alcanzando un buen nivel, va adquiriendo poco a poco la ortografía y a pesar de esto manifiesta inversiones de algunas letras, es común que los padres lleguen preocupados y preguntándose qué es lo que está ocurriendo.


Para los niños en vías de la apropiación de la codificación escrita en ese momento se consideran comunes este tipo de errores. Los niños de esta edad aún están desarrollando la lateralidad (izquierda, derecha, atrás, adelante) y la espacialidad. Su cerebro tiene que aprender a llevar las funciones de espacio del mundo real conocido con su cuerpo al espacio de la hoja de papel; además la escritura es un proceso mental realmente complejo, ya que implica dar a lo que se está pensando o hablando la codificación escrita que está en vías de aprendizaje.


Los niños pueden ser apoyados desde casa en un ambiente positivo, de paciencia, donde no haya preocupación por el tema ni señalamientos directivos o de reforzamiento de sus errores cada vez que se haya equivocado.

Sugiero platicarlo con el menor como un tema de mejorar, de aprender el uso de las letras desde su fonología, cómo suenan y su adecuada grafía. El hacerlo como un juego fomentará a que lo reciban con mayor motivación.


Se puede inventar junto con su hijo una señal (como un chasquido de dedos, un toque en el hombro, etc.) para cuando haya una letra invertida y se tiene que corregir en el momento.

Podemos apoyarle dibujando la "d" en su mano derecha en color rojo y la "b" en la izquierda de color azul, de esta manera:



Es importante que el padre o madre de familia esté prestando atención cuando realiza sus trabajos escritos y en ese momento implementar la señal previamente explicada para que se dé cuenta que hay una inversión y la corrija por sí solo en el momento. Así mismo darle la motivación y refuerzo positivo cuando lo haga correctamente.


Recordemos que el aprendizaje es más significativo cuando las correcciones se hacen en el momento y procurando sea de forma autónoma; también alcanza mucho valor cuando existe un comentario positivo y alentador que son un motor para que el niño o niña lo continúe haciendo bien.

En caso de continuar con duda si tu hijo o hija pudieran tener una condición de dislexia o se tiene una sospecha fundamentada por ver otros indicativos, o bien porque ha pasado el tiempo y no se observa una evolución adecuada en la lecto-escritura del infante, es importante acudir a un especialista del lenguaje: recomiendo principalmente neuropsicóloga/o, pero también se puede acudir a licenciadas/os en comunicación humana o bien psicólogos/as especializados en materia de educación. Estos especialistas realizarán una evaluación completa que implica la aplicación de una batería de pruebas que les ayuda a diagnosticar correctamente si se trata de esta condición o se determine algo distinto. El diagnóstico coadyuvará a trazar un plan de trabajo, dar un tratamiento terapéutico de apoyo oportuno al pequeño/a y a que el especialista otorgue orientación para realizar una intervención integral con la familia, escuela y terapia.


Para mayor información dejo un artículo sobre los Mitos de la dislexia que pueden encontrar en la siguiente liga.



Psic. Karen Martínez Contreras

Departamento de Psicopedagogía CSM Campus Cuernavaca.

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