Clase de Manejo de emociones + Galería.

Actualizado: 29 may 2023

¿Atender sus emociones? ¡Por supuesto que sí! Los niños y niñas escuchados y equilibrados emocionalmente serán personas que disfruten de su vida, que aprendan y sean curiosos, ávidos de conocimientos, cooperativos y con vínculos sanos y fuertes.

A partir de la pandemia y el encierro que hemos tenido en casa, en el Colegio Suizo notamos la necesidad de atender de forma preventiva la parte emocional de nuestros estudiantes y como parte de las estrategias para buscar el bienestar de nuestros niños de preprimaria y primaria, se implementó como la clase optativa de Manejo de emociones.

Los niños y niñas que se encuentran en la etapa de preprimaria y primaria están en el paulatino proceso del desarrollo de su cerebro; en estas edades el cerebro registra las emociones y responde a ellas aún de forma instintiva. Será apenas hasta alcanzada la madurez, aproximadamente a los 18 años, en que su cerebro tenga la capacidad de responder a partir del razonamiento.

Por eso la importancia del acompañamiento de los adultos para guiarles, de comprenderles y darles espacio para que nos digan cómo se sienten, de ser ejemplo en el día a día ante nuestras propias emociones y cómo las gestionamos.

Nuestras clases de manejo de emociones, aunque tengan un tema del día y un hilo conductor, tienen la virtud que se van construyendo a través de las opiniones y experiencia de los alumnos, de sus propias reflexiones y de sus sentimientos, de sus dibujos y de las conversaciones que se dan entre ellos.

En esta clase los niños han aprendido a identificar sus emociones, a saber que en ciertas circunstancias puede aparecer alguna o algunas emociones entremezcladas y que ¡se vale sentir! pues toda emoción es válida y necesaria. No hay emociones "buenas" ni "malas" sino formas naturales de sentirnos ante los diferentes contextos o situaciones que se nos presentan, el que sepan identificarlas y aceptarlas ayudará para comprender su mundo interior y cómo responder a lo que sucede en el exterior.

Así mismo, han podido encontrar las mejores formas en que pueden expresar y ellos mismos han dado opciones para que sepan canalizar de forma adecuada sus emociones, porque han descubierto que hay actos que nos llevan a solucionar y otros que complican las situaciones. Esta enseñanza es algo que se debe de practicar día con día de forma constante, para que poco a poco se puedan canalizar emociones como la ira, la tristeza, el rechazo, la frustración, el enfado, de forma positiva.

Durante este tiempo, también hemos tenido diferentes temas para reflexionar y mejorar la convivencia sana con las personas de nuestro entorno: familia, amigos, profesores, vecinos, comunidad, con conceptos y temas clave que les apoyen a mantener relaciones más sanas y soluciones eficaces de conflictos con los que los rodean.

Observamos que es necesario tener en cuenta que todos somos diferentes, podemos pensar, sentir y ser de formas muy distintas unos a otros. Con ello se experimento la necesidad de explorar temas como la inclusión, la cual trata de concientizar, sensibilizarse, de ver y aceptar las diferencias y enriquecerse con ellas.

Los niños aprendieron qué la empatía es una cualidad que nos ayuda a tener comprensión del otro y de sus circunstancias, de lo que esté sucediéndole y con ello poder tener compasión y una actitud de apoyo hacia aquellos que lo requieren. Así mismo comprendieron que el respeto es el valor que nos permite interactuar de manera armoniosa, comprendiendo que las diferencias entre las personas son dignas y deben ser consideradas, establece no causar ofensa o perjuicio al otro ni hacia uno mismo, propiciando llegar a tener mejores relaciones.

Vimos que los conflictos son parte de las relaciones humanas, no siempre estaremos de acuerdo con los demás. Pero para ello la asertividad es una herramienta de comunicación directa y firme que se vuelve fundamental para la solución de estos conflictos. La asertividad es una técnica que impide quedarse en la pasividad o en la agresividad, formas que comúnmente se usan y no funcionan, porque solo hacen que el conflicto crezca.

La asertividad enfrenta los problemas con el afán de solucionarlos, de expresar los sentimientos y pensamientos propios, dejando en claro los límites que no queremos que pasen y tratar de llegar a acuerdos o aclaraciones.

Por otro lado, hemos platicado sobre los derechos de las niñas y de los niños, han conocido porqué es vital que tengamos la oportunidad de tener una escuela donde aprender, desarrollar nuestras habilidades, tener amigos y compañeros con los cuales nos divertimos y también juntos aprendemos a socializar y a ser felices. Así mismo el derecho al juego y el esparcimiento, su papel formador en el desarrollo de los infantes, la necesidad de todos de descansar y tener esos espacios en que compartimos con la familia y amigos para el disfrute y la alegría.

También hemos descubierto juntos la igualdad de derechos de las niñas y de los niños, entre hombres y mujeres, fundamental para que todos tengamos las mismas oportunidades y que vivamos en condiciones de equidad de género.

¡Ha sido toda una experiencia! Dar voz a los niños y escucharlos es descubrir su mundo, y aunque como adultos aportamos a que aprendan cosas, ellos también construyen su conocimiento. Durante estas pláticas lo que mayormente he descubierto es que los niños y las niñas están interesados y tienen una idea muy clara de estos temas, que muchos viven en continuo vínculo con estos valores y que ahora saben ponerle nombre, desarrollarlos y reconocer las situaciones en que pueden aplicarlos.

En esta ultima etapa del ciclo escolar, las clases de manejo de emociones para primaria se dan con mucha mayor insistencia, pues es una etapa de cambios para los niños y es necesario saber cómo están afrontando estas modificaciones y escuchar lo que siente cada uno.

En el Colegio pensamos esta clase como una aportación hacia nuestros estudiantes, un espacio de acercamiento para confiar, que pueden tener un tiempo para expresarse y para platicar, dar sus opiniones y compartir con la de los demás; también es un grano de arena a todo el trabajo que se hace en las familias en el manejo de emociones de sus hijos. Esperamos que esta contribución sea una herramienta que se aproveche para continuar el diálogo en familia y de frutos en los niños para poder formarlos en valores y desarrollando su inteligencia emocional.

Quiero finalizar reforzando esta idea: Un infante que es acompañado y se siente seguro con sus adultos de confianza, será un joven seguro y autónomo, con autogestión en sus emociones.